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Chile podría dejar de ser el único país de Sudamérica que prohibe el aborto sin excepciones

Por Florencia Pagola

6 de septiembre de 2016

Fuente: distintas latitudes

Chile se acerca tarde, pero se acerca al fin, al mínimo de protección de los derechos de las mujeres sobre su propio cuerpo. Chile es todavía el único país en Sudamérica en el que el aborto está criminalizado sin excepciones, y uno de los pocos en el mundo. Al país le ha costado más de un año y medio tramitar en el Congreso aprobar simplemente la discusión sobre la despenalización del aborto para tres causales: violación, riesgo vital de la mujer, o malformación congénita del feto. Hoy, luego de cinco meses de discusión en la comisión de salud del Senado chileno, se aprobó en general el proyecto de ley que despenalizaría el aborto en las tres causales referidas.

Si bien el aborto terapéutico existía en Chile desde 1931, fue en 1989 que Augusto Pinochet lo derogó como una de las últimas medidas durante su dictadura, contó a Distintas Latitudes Ana Piquer, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Chile, una asociación que ha impulsado el tema en el país.

Actualmente, las encuestas de opinión muestran que el 70% de la población chilena aprueba el proyecto de ley. La decisión de la comisión de salud del Senado sigue la línea de la conquista de los derechos de las mujeres y del sentir de los chilenos, sin embargo, preocupa la lentitud de un proceso que todavía tiene un largo camino para hacerse realidad.

Es solo el comienzo

“Aún no se ha despenalizado nada, lo que se votó hoy es la idea de legislar”, dijo en entrevista con Distintas Latitudes, Soledad Rojas, coordinadora de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres. Con este paso, recién comienza otra larga discusión para ver si se despenaliza o no el aborto en las tres causales planteadas. Se abre la puerta a una posibilidad cada vez más real de que este proyecto se convierta en ley.

Pero el camino no será fácil. La aprobación en la comisión de salud del Senado implicó el primer paso que cumple el proyecto en la Cámara Alta. Ahora se envía a la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia para continuar con el segundo trámite constitucional. Si se aprueba, pasará a la Sala del Senado, que aplica solo para la votación en general, y después se realiza la discusión y votación artículo por artículo del texto.

La joven periodista feminista María Jesús Ibáñez, explicó a Distintas Latitudes que en este contexto, algunos de los supuestos se podrían ir quitando, como la causal de violación, una de las medidas más controversiales del proyecto. Es más, Rojas agregó que la derecha chilena ya anunció que recurrirá al Tribunal Constitucional para frenar el proyecto.

En cuanto al proyecto en sí, las especialistas lo han puesto en duda. En palabras de Rojas: “el proyecto de ley es sumamente restrictivo ya que las tres causales solo consideran el 3% de los abortos que se realizan en Chile por año, por lo que se penalizará el 97% de las situaciones restantes”. Los abortos clandestinos seguirán siendo una realidad para muchas chilenas.

“La presión de los sectores más conservadores y religiosos sigue siendo muy fuerte, ya que han conseguido por diversos mecanismos dilatar la discusión”, destacó Piquer. Lo que explica por qué la aprobación del proyecto de ley se ha demorado tanto. Siendo los representantes de los partidos Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente, los que votaron en contra del proyecto en la comisión de salud del Senado. Desde finales de la dictadura de Pinochet, ninguno de los gobiernos en democracia le dio prioridad a modificar la legislación. Incluso, muchos se han opuesto.

Sin embargo, Piquer recordó que, si bien varias iniciativas parlamentarias ya habrían intentado despenalizar el aborto para causales limitadas, esta es la primera vez que es el gobierno el que impulsó el proyecto de ley y le dio prioridad a su tramitación.

Según Piquer, se espera que se acelere la tramitación para las siguientes etapas, porque mientras se siga dilatando, Chile continuará sin dar la protección necesaria a los derechos humanos de las mujeres y niñas.