“Es posible, es una obligación y es un escándalo ético y político que en el siglo XXI, cuando producimos más que suficientes alimentos para toda la población del mundo, todavía haya unos 800 millones de personas que pasen hambre”.
“Es posible, es una obligación y es un escándalo ético y político que en el siglo XXI, cuando producimos más que suficientes alimentos para toda la población del mundo, todavía haya unos 800 millones de personas que pasen hambre”.