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“La enseñanza del arte es muy peligrosa”: Luis Felipe Noé

Entrevista con "yuyo" Noé, uno de los grandes maestros argentinos del arte.

Por pitu freixas

“La enseñanza del arte es muy peligrosa” entrevista con Luis Felipe “Yuyo” Noé

Por Pitu Freixas

Fuente: Maleva 

Luis Felipe “Yuyo” Noé (79) estudió 1 año y medio con el artista plástico Horacio Butler, hasta que le dijo “ya no tengo más qué enseñarle“. Lo había elegido como maestro por tener una actitud distinta a la academia reinante. A los 15 años conoció a Jorge de la Vega – gran iconoclasta pop y surrealista – porque estudiaba con su hermana y él lo mandaba a comprar cigarrillos. Integró el Grupo de la Otra Figuración – después de su primera muestra que realizó a los 26 años – y ahí nació su amistad con Alberto Greco, Rómulo Macció y el mismo de La Vega. No le gusta que lo etiqueten. Vivió en París y en New York gracias a unas becas del Gobierno de Francia y de la Fundación Guggenheim. Detestaba a gobiernos militares. Participó de la Bienal de Venecia. -Entre multitud de premios, libros de su autoría y con casi 80 años, proyecta la remodelación de su nuevo taller, que recién logró alquilar luego de muchos años. Y así lo percibió Maleva cuando le abrió la puerta de su casa en San Telmo, una persona con una mirada profunda. Una persona amable y con muchas cosas que contar.

¿Pensás que hubo algo en tu infancia, en tu familia, o en esa época, que te haya hecho elegir el camino del arte?Por la cultura ante todo. Antes de que yo naciera mi padre había publicado dos antologías de poesía argentina. Era en ese momento Secretario de la Nación y después fue director de la revista literaria Nosotros. Él decía: “Yo no soy escritor, soy lector”. Al mismo tiempo era abogado. Fue también secretario de la promoción de Amigos del Arte, una sociedad muy importante de señoras de la alta sociedad, entre ellas Victoria Ocampo. Hacían exposiciones en la Galería Van Riel, donde expusieron Fader, Quirós, Pettoruti, Xul Solar, Del Prete, entre otros. Cuando vino Perón se tuvo que dedicar a cosas del tipo comercial. Era un tipo con muchos aspectos. En ese ambiente me crié. Mi Madre era una mujer enamorada de mi padre. Intelectualmente tengo cosas de mis padres, pero de manera de ser mucho de mi madre. Ella era de la Provincia de Buenos Aires, hija de un comisario, más de campo.

¿Tiene que ver tu origen con el interés por el caos?Si, tiene que ver con mi origen, pero de una manera dialéctica. Nací en el año 33, el año que subió Hitler al poder, fui testigo del 17 de octubre, todo ese contexto político del despelote de la segunda guerra mundial, la guerra civil española, es lo que mamé de chico. Lo primero que sentí como formula es que yo quería mucho a mi padre, pero cuando terminé el bachillerato empecé a sentir una dialéctica entre el mundo exterior que sentía, del que venía. Entre todo eso se me produjo un mambo de líneas de fuego distintas.

¿Que pensás y entendés por caos?Caos no es desorden. Tratar de poner orden en el caos, es armar más caos. Es el fluir de la vida, lo impredecible, lo que fluye. No es válido sólo para la física, sino para la historia, todo en este mundo se va transformando, y cada vez mas rápido.

¿Cuáles eran las aspiraciones, o el espíritu del grupo de la Otra Figuración?El grupo se formó de manera natural, entre Macció, De la Vega y yo formamos la idea. Nosotros en un momento queríamos hacer un movimiento, queríamos invitar gente porque sentíamos que había algo latente, que superara la polémica entre figurativos y abstractos.

¿Cómo es llevar el arte y la familia a la vez?Eso tiene que ver con que me casé con una mujer dos años más grande que yo. Yo era un pelotudo, no sabía para qué lado tirar ideológicamente. Ella era una mujer más madura. Nora era una persona de gran calidad humana.

Tu hijo Gaspar es director de cine (Enter the Void, Irreversible, 7 Días en la Habana).

Sí, aprendió allá en Francia. Es muy discutido, los críticos grandes le dan duro. En cambio los jóvenes lo adoran.

¿Qué es ser un artista, y qué es el arte?Es un fenómeno complejo, creo que los hombres son animales, pero tienen una particularidad: que pueden llegar a ficcionalizar el mundo. El lenguaje es el primer intento de ficción del mundo: inventar nombres para las cosas y para las cosas abstractas, los sentimientos. Y el mundo se puebla de nombres y de palabras. Como decía Aldo Pellegrini: “La poesía intenta decir con las palabras, lo que las palabras no pueden decir”. Entonces, un artista para mí, es aquel que se coloca en el terreno del nacimiento del lenguaje. Y sube una escalera a un nivel, para mirar lo de abajo, que es el terreno de la ficción. Pero no renuncia a este terreno. El lenguaje es mecánica de ficción. Y cuando digo lenguaje, no digo lenguaje sólo de las palabras, digo como Hegel: “el lenguaje es el estar ahí del espíritu”. Es donde el espíritu se comunica. El espíritu es para mí una palabra clave. El artista es un tipo que se relaciona con el mundo a través de su propia sensibilidad y trata de percibir cosas. Hay algunos que lo logran y otros no. De tal manera que yo no hago mucha diferencia entre un artista y un filósofo. Y arte es eso, es lo que hacen los artistas, lo que queda.

¿Cómo se enseña?La enseñanza es muy peligrosa en el camino del arte, porque se enseña a no percibir sensorialmente, a tener normas. Y si hay algo que el arte no puede tener es normas, las normas van contra la sensibilidad. Yo siempre saco como modelo de buena enseñanza artística, las que tienen las maestras jardineras con los chicos: despiertan mundos, a través del juego. Tener en cuenta un poco de eso.

¿Hay diferencias entre el hombre y la mujer en la forma de encarar el arte?Sí y no. Hombres y mujeres son seres humanos, pero la mujer tiene una sensibilidad proclive a ciertas cosas, que el hombre tiene proclive a otras. Yo puedo identificar si un cuadro está hecho por una mujer, no quiere decir que acierte siempre, pero muchas veces sí. Pero yo no sé si eso tiene importancia, lo que tiene importancia es tener sensibilidad.

¿Pros y contras del arte Argentino?Mirá, contra del arte argentino es lo que yo siempre estuve en contra que es el espíritu de imitación. A favor, que se sienten universales.

¿Qué nos podés contar acerca del color?Que el color sea color y en medida que uno quiera sintonizar, muchas veces sintonizas por ejemplo una música en alto y otras en bajo, es lo mismo con el color. Yo amo el color.